Acerca de ignasigarciabarba

Autor teatral formado con José Sanchis Sinisterra, con obra publicada, premiada y estrenada en los circuitos profesionales de Barcelona y Madrid. Guionista de series de televisión de éxito como Compañeros, Un Paso Adelante, Los Serrano, Yo soy Bea o Bandolera. Premio Buero Vallejo, Premio Max de Nuevas Tendencias Escénicas con el Teatro del Común, Accésit del Premio SGAE de Teatro Infantil y Juvenil, Accésit del Premi Ciutat d'Alcoi, Finalista del Premio Teatro Breve.

«Borgen» o «Esto no es Dinamarca»

Para los que aún no lo sepáis, Borgen es una serie danesa de éxito en la que se trata la vida política y también la vida personal de una supuesta primera ministra, idealista y con un alto sentido de la honestidad y la justicia,  que gobierna el país.

Una serie que pretende contar de forma realista el día a día de una primera ministra tiene que proponer situaciones creíbles a su público, y más aún en el primer capítulo, que es en el que se define el estilo de la serie y se presentan los personajes a los que el espectador va a tener que seguir. Partiendo de esta premisa, podríamos decir que a partir de una serie de cariz realista se puede deducir la idiosincrasia de  la población de ese país, que es a quien va dirigido el producto y a quien se tiene que fidelizar.

borgen_tv_series-991609197-mmed

Dicho esto, vamos a analizar uno de los detonantes de ese primer capítulo (antes de seguir debo advertir al lector que voy a hacer un poco de spoiler): Estamos en plena campaña electoral y Birgitte Nyborg –la que finalmente será primera ministra- no tiene muchas expectativas de ganar las elecciones ni de ser una candidata seria a presidir el gobierno del país. El candidato con todos los sondeos a favor y con más perspectivas es el actual primer ministro, Lars Hesselboe, del Partido Liberal, que parece que va a renovar su mandato. Sin embargo ocurre algo inesperado: Hesselboe acude a un congreso de Liberales que tiene lugar en el extranjero. Le acompaña a desgana su mujer, a quien vemos muy resentida por el alto coste que ha tenido que pagar a nivel personal y familiar por ser la esposa del primer ministro. Mientras Hesselboe está reunido con otros liberales europeos, su esposa sale de compras y acaba comprando productos carísimos que ni quiere ni puede pagar, porque no lleva dinero ni forma de pago alguna encima. Para evitar el escándalo, los asesores de Hesselboe le advierten rápidamente de la situación y lo apremian a intervenir. Efectivamente, Hesselboe se presenta en la tienda a toda prisa pero cuando se dispone a pagar las compras de su esposa (que en cierto modo ha provocado el incidente para fastidiar a su marido), éste descubre que al salir de forma tan precipitada olvidó su tarjeta de crédito personal; así que, tras dudarlo mucho, acaba pagando con su tarjeta de compras institucionales, con la intención manifiesta de restituir el importe de inmediato.

DE LIBERALE

   La información sobre ese suceso acaba en manos de un rival político, que la usa sin ningún pudor contra Hesselboe, que empieza a perder puntos en las encuestas y no consigue renovar su mandato.

Vuelvo ahora a las dos premisas iniciales de esta reflexión:

  • Una serie realista debe ser creíble para los espectadores a quien va dirigida. Y Borgen ha sido un éxito en Dinamarca. Por lo tanto, para los daneses la premisa de que un candidato a gobernar el país puede caer en desgracia por usar de forma inadecuada una tarjeta de crédito institucional, es creíble.
  • Una serie realista es una herramienta útil para conocer la idiosincrasia de la población a quien va dirigida. De lo cual podemos deducir que la sociedad danesa es muy sensible y muy crítica ante la corrupción política. Y no es de extrañar, puesto que según el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de 2016, que elabora Transparencia Internacional (TI), Dinamarca es el número 1 al ser el país menos corrupto del mundo junto con Nueva Zelanda.

Y ahora vamos al meollo: conozco mucha gente que ha visto Borgen y que le ha gustado. Yo mismo soy uno de ellos. Pero en general me han comentado que ese detonante, el del uso indebido de la tarjeta de crédito institucional –que creará un efecto-cadena que en última instancia  llevará a Birgitte Nyborg a ser primera ministra- les parece exagerado. Y yo creo que es porque aquí tenemos la corrupción muy asimilada en nuestra conciencia, la corrupción política es a nuestra idiosincrasia lo que una garrapata a un ciervo: le pica, sabe que está ahí, pero no puede quitársela y al final se acostumbra a vivir con ella, pensando que como su cuerpo es mucho más grande que el parásito, no importa porque no le podrá hacer mucho daño. Y ahí las tenemos, a la corrupción política y a la garrapata, chupándonos la sangre. Y a nosotros pensando que es un mal menor, o incluso un daño colateral inherente a la política.

Y nuestra manera de hacer ficción con la corrupción política se centra en dar por hecho que esa corrupción está anclada ya en el sistema, y en ponerla en evidencia pero mandando el mensaje de que al final los corruptos acaban saliéndose con la suya a pesar de todo, como sucede en dos películas recientes: “Cien años de perdón” y “B” (sobre esta última, que trata sobre los interrogatorios a Bárcenas del juez Ruz y de la que se distribuyeron pocas copias, ya he hablado).

Cien años de perdón

Echo en falta más películas de este tipo, echo en falta películas basadas en las múltiples tramas de corrupción que hay en este país. ¿O no da incluso para una serie el hecho de que implicados en las tramas de corrupción del PP hayan muerto durante la investigación de los casos, o que desaparecieran misteriosamente ciertos discos duros de la sede del PP? ¿O que dos expresidentes de la Junta de Andalucía estén sentados en el banquillo?

Pero claro, quién es la productora que se expone a ser señalada y puesta de por vida en la lista negra por proponer algo así, a ver, que aquí todo el mundo tiene que comer.

Conclusión: esto no es Dinamarca, y una premisa como esa aquí nos daría risa. Pensaríamos “¿sólo por eso cae en desgracia ese primer ministro?”. Son los mismos que se reirían de que la ministra de educación alemana Annette Schavan dimitiera «sólo» porque se hizo público que copió parte de su tesis doctoral. Quizá por eso España está en el puesto 41 en ese mismo Índice de Percepción de la Corrupción, entre Costa Rica y Georgia, muy lejos del primer puesto que ostenta Dinamarca.

Y así nos va.

Diez años de EL CHIP EXPERIMENTAL

Este mes de octubre se cumplen 10 años de la publicación de EL CHIP EXPERIMENTAL. En este tiempo se han hecho 12 reimpresiones del libro (la última en mayo de este mismo año) a razón de 1000-1200 ejemplares por impresión. Y muchos centros educativos lo han puesto y lo siguen poniendo como lectura a sus alumnos de Primero y Segundo de ESO, algunos de ellos llevan haciéndolo desde que el libro salió al mercado.

    Quiero agradecer desde aquí a todos esos profesores, que hayan confiado y que sigan confiando en esta obra juvenil. Quiero agradecerles también que me hayan permitido ir a sus clases para mantener charlas con los alumnos que la han leído y han disfrutado con ella. En esas charlas he podido contarles cómo empecé a escribir y por qué, he podido contarles las inquietudes y las vivencias personales que me han llevado a escribir cada obra y, sobre todo, he podido aprender de los comentarios de los chicos y chicas. Comentarios de los que he tomado buena nota y que después he intentado aplicar en otras obras mías, como EL DELEGADO o EL SECRETO DEL TORRENTE SECO, novela juvenil que próximamente me van a publicar.

Escribí EL CHIP EXPERIMENTAL en 2005,  el mismo año que ganó el Accésit del Premio SGAE de Teatro Infantil y Juvenil. Hace ya doce años. Pero, por lo que me comentan los chicos y chicas que han leído la obra y con los que me encuentro curso tras curso, hay cosas que desde entonces no han cambiado: que dos hermanos se peleen por jugar en el ordenador, que uno sea más responsable que el otro, que a un chico le guste una chica y haga  todo lo que pueda por ligársela…

El tema de la realidad invadiendo la ficción o viceversa, hasta el punto de fusionarse una con otra y confundirse -como sucede en EL CHIP EXPERIMENTAL- sigue atrayendo a lectores  y espectadores.  A mí me atrajo desde el principio,  dos películas sobre ese tema tuvieron un gran impacto en mí: La rosa púrpura de El Cairo, de Woody Allen (1985) y Matrix (1999) escrita y dirigida por los hermanos Larry i Andy Wachowski. Más tarde, con la obra ya escrita, llegó Avatar, de James Cameron (2009). Y próximamente veremos en las carteleras una nueva versión de Jumanji (cuya primera versión se estrenó en 1995, protagonizada por Robin Williams). Hay algo en ese juego de fusiones entre realidad y ficción que nos permite preguntarnos quiénes somos, que hace que nos interroguemos sobre nosotros mismos o sobre la esencia humana, sea en clave trascendente o en clave cómica. Como les sucede a Fredi y, sobre todo, a Vilma Stronger en EL CHIP EXPERIMENTAL.

Fotograma de Matrix

   Ojalá muchos chicos y chicas puedan seguir disfrutando con ellos y con Quique y  Teresa, los dos hermanos que, sin pretenderlo, sacan a Fredi y a Vilma del mundo virtual para meterlos en nuestro mundo real.

¿Real?

UN CUATRIMESTRE DE PURO TEATRO

 “Nada en el mundo que valga la pena se ha conseguido sin pasión.”

 Hegel

      Haciendo balance, este primer cuatrimestre de 2017 ha sido muy satisfactorio. En primer lugar, por haber recibido a principios de año una mención de honor en el Certamen Nacional e Internacional de Teatro Breve  “Carlos Aguilera” (Uruguay)  con la obra  El tesoro indígena. Qué duda cabe que un reconocimiento te anima a seguir adelante y te hace pensar que no vas por mal camino. Y más cuando viene del país que acogió con los brazos abiertos a nuestra gran y queridísima actriz Margarita Xirgu, la musa de Federico García Lorca.

Norman Bethune

Norman Bethune ante la ambulancia del Servicio Canadiense de Transfusión de Sangre

 A finales de enero tuvo lugar en el Centro Cultural Conde Duque (Madrid) la lectura dramatizada de la obra Sangre para la libertad, basada en la vida de Norman Bethune, un médico canadiense que en 1937 se unió a la Brigadas Internacionales y que llevó a cabo transfusiones de sangre en primera línea del frente con una ambulancia medicalizada que él mismo ideó. La obra fue un encargo de los Amigos de las Brigadas Internacionales, y consistió básicamente en una dramaturgia de textos de Norman Bethune y de Jesús Majada, un experto en la vida de este médico canadiense y en uno de los episodios más trágicos de la Guerra Civil, el llamado «crimen de la carretera de Málaga a Almería», en el que miles de civiles que huían de Málaga (recién capturada por las tropas franquistas) para ir a refugiarse a Almería, fueron bombardeados por mar y aire por los golpistas. La dirección de la lectura estuvo a cargo de la actriz y directora Hitos Hurtado, y en ella participó también la actriz y directora María Jesús Luque en el papel de Frances Campbell Penney, la esposa de Norman Bethune.

La última salida de Sancho Panza

Juan Jesús Luque como Sancho Panza

Luego vino el estreno en Málaga de mi última obra, La última salida de Sancho Panza -de la que ya he hablado aquí extensamente-, que subió a escena gracias al esfuerzo, el empeño y la ilusión del actor y director Juan Luque, y que promete tener larga vida.  Pero la voz de Sancho no se ha quedado sola: al haber planteado el monólogo como un ensayo en el que nuestro ilustre escudero practica delante de una silla vacía cómo decirle a su esposa, Teresa Panza, que piensa irse a correr aventuras, me vino la necesidad de escribir la réplica de Teresa. Y así surgió otro monólogo, La última carta de Teresa Panza. La escena tiene lugar tras la agria discusión que Teresa ha tenido con Sancho, tras la que este se ha resignado a quedarse en casa por la actitud hostil de su mujer. Pero no por largo tiempo, Teresa sabe que habrá un nuevo intento porque no ha conseguido erradicar de la mente de su marido la idea de irse a correr aventuras escuderiles como hizo antaño con su señor don Quijote. Al iniciarse el monólogo, Sancho está fuera de escena, durmiendo en su alcoba la borrachera del día anterior, puesto que tras la discusión con su mujer se fue a la cantina. Y Teresa le está dictando una carta a alguien a quien tampoco vemos. Una carta dirigida a la famosa Duquesa que le concedió a Sancho el gobierno de la Ínsula Barataria, porque Teresa Panza cree que la tal Duquesa -con la que llegó a cartearse mientras su esposo ostentó el cargo de gobernador- sabrá convencer a Sancho para que abandone la loca idea de partir de nuevo.

    El texto de esta segunda parte es una dramaturgia de los capítulos del Quijote que tienen que ver con Teresa Panza y de pequeños fragmentos de otras obras de Cervantes (sobre todo Trabajos de Persiles y Segismunda).

   Ambos monólogos forman la obra que he titulado En un lugar de la Mancha, que este próximo mes de julio publicará la editorial Fundamentos. Y, si todo va bien, la compañía teatral Escudero Andante (que ha fundado el propio Juan Luque junto con la también actriz Chus Bernal) la pondrá en escena.

El médico de Alepo

Momento de la representación de El médico de Alepo

    Este mes de abril un grupo de teatro joven del municipio de Puig-Reig (Barcelona), el Grup Juvenil Esplai de l’Ametlla de Merola, ha puesto en escena, en catalán, mi obra El médico de Alepo junto con dos escenas de otra obra mía, Futuro Perfecto, en las que se hace referencia a la relación padres-hijos y a la forma en que se educa a estos últimos (las escenas son Malas compañías y La democracia romana). El montaje estaba realmente cuidado y  cautivó al público al mismo tiempo por su dureza y por su poeticidad, y parte de los ingresos de taquilla se donaron a la ONG Pro-activa Open Arms, que se encarga de salvar a los refugiados que surcan el Mediterráneo intentando llegar a Europa.

     La entrega, la ilusión y el nivel de esos jóvenes actores, bajo la lúcida dirección de Juanjo Mora -que ha sabido potenciar con su trabajo lo que el texto pretendía provocar en el espectador-, me hacen pensar que en los próximos años veremos surgir una generación de actores muy prometedora en Cataluña.

Xchamana en La Purísima

El elenco actoral de LA PURÍSIMA

  También este abril, el grupo Xchamana, que representó anteriormente mi obra Amanecer en Orán, ha estrenado en Chihuahua (México) bajo la dirección de Oswaldo Tarrés, una adaptación de mi obra La aparición, que han titulado La Inmaculada y en la que el papel del musulmán es sustituida por un mormón. Este montaje ha tenido una curiosidad: el papel de Pilar, la madre que acude ante la Virgen para que la sane de su enfermedad, ha sido interpretada por un actor masculino, el propio Oswaldo Tarrés. Y al parecer esta decisión tan arriesgada gustó al público.

   Finalmente, esta primavera seguiré visitando varios centros de enseñanza en los que han puesto como lectura a alumnos de Primero y Segundo de ESO dos obras mías, El chip experimental y El delegat. Según me cuentan alumnos y profesores, ambas lecturas están gustando mucho.

¿Qué más se puede pedir?

El médico de Alepo

Decía Susan Sontag:  «La sociedad capitalista requiere una cultura basada en imágenes, necesita suministrar muchísimo entretenimiento con objetivo de estimular la compra y anestesiar las lesiones de clase, raza o sexo. Y necesita reunir cantidades ilimitadas de información para poder explotar mejor los recursos naturales, incrementar la productividad, mantener el orden, hacer la guerra, dar trabajo a los burócratas…»  Esa sobreabundancia de imágenes es lo que, a mi juicio, nos desensibiliza y bloquea nuestra empatía ante el dolor de los demás. Vemos imágenes dramáticas, decimos «pobre gente»  unos segundos y a continuación un nuevo bombardeo de imágenes, esta vez más amables (las noticias deportivas, una serie, un concurso, un programa del corazón…) hacen que nos olvidemos de ello. En mi obra «Rutas de alto riesgo» proponía ir más lejos de la «simple» pérdida de empatía para presentar al público como un grupo de turistas que visitaba un país devastado por la guerra para ver el espectáculo en primera persona. Y uso la palabra «espectáculo» con plena conciencia. Puede que ahora con Siria y los refugiados que huyen  de ella para salvar sus vidas, nos esté pasando lo mismo: pensamos «pobre gente» pero a los pocos segundos nos entretienen con imágenes más amables. Es una forma de anestesiar la conciencia. Quizá mi grito de rabia, mi manera de protestar contra la inmoralidad de nuestros políticos y de gran parte de nuestra sociedad respecto a lo que está sucediendo con Siria y con los refugiados,  es la obra que ahora os presento: El médico de Alepo. Surgió -una vez más-  del encargo de la profesora y directora María Jesús Luque, del IES Miguel Catalán de Coslada (Madrid), para las Jornadas Solidarias que este año el Centro dedica a Siria y a los refugiados. A continuación tenéis un link para comprobar hasta qué punto se implican de forma comprometida e imaginativa, alumnos y profesores en este proyecto: https://youtu.be/uQgQ_KJTXr0

Casco blancom de Alepo

Casco blanco de Alepo

 

Varias han sido las fuentes que me han inspirado esta obra: para empezar, las múltiples noticias sobre los bombardeos de hospitales en Alepo y la muerte de médicos y personal sanitario. Sólo hace falta escribir en Google «bombardeo» «hospital» «Alepo» y salen innumerables noticias. Estos bombardeos los lleva a cabo la aviación siria con soporte de los rusos, o directamente la aviación rusa.  Pero aquí no pasa nada por Rusia no es Irak ni Afganistán, no es un peón o un alfil en el tablero de ajedrez de la política mundial, es una dama. Y como es una dama nadie le para los pies por miedo a que se lo coma. Y ahí tenemos a Europa y a Estados Unidos, lavándose las manos como Pilatos. Tanto en Alepo como en Lesbos, o en Idomeni, o en los campos de internamiento controlados por el ejército griego, en los campos de refugiados en territorio turco. Qué asco de políticos. Afortunadamente hay personas de a pie, como tú que estás leyendo estas líneas, que sí se «moja» por esos a los que nuestros políticos sólo ven como peones prescindibles del tablero, son los cascos blancos que sacan gente de los escombros en Alepo tras los bombardeos aéreos, son los voluntarios de ONG o voluntarios independientes que acuden a Lesbos, Idomeni,  Tesalónica, Atenas, Líbano y adonde haga falta para intentar salvar vidas, dar consuelo, dar calor humano a gente desesperada que huye de la Muerte… Y  están también los periodistas, unos sólo van a dar la noticia pero muchos se implican, es imposible no implicarse en medio de tanto horror y tanta desesperación. Y dan fe de que Occidente ha traicionado sus valores y se ha deshumanizado dando la espalda  a refugiados que sólo hacen lo que muchos españoles en el año 1939, al final de la Guerra Civil:  huir del hambre, la represión y la muerte.

Alí Ahmad Said Esber,

Alí Ahmad Said Esber,

Otra fuente de inspiración han sido los poemas de dos poetas sirios de renombre,  Nizar Qabbani y Alí Ahmad Said Esber, éste último apodado «Adonis» y eterno candidato al Premio Nobel de Literatura. Qabbani fue diplomático y podemos encontrar en su producción tanto poesía amorosa como poesía política, sobre todo a raíz del estallido de la guerra civil libanesa, en la que la capital, Beirut, quedó dividida y destrozada, ofreciéndonos un triste paralelismo con Alepo. «Adonis» también tiene un largo recorrido en la poesía de raíz política y tiene poemas que describen con crudeza la situación de la guerra civil libanesa, que también vivió.

Nizar Qabbani

Nizar Qabbani

Esta es la sinopsis de El médico de Alepo, obra breve que se divide en dos actos: En el primero conocemos a Tarik, pediatra en un hospital de Alepo. También a Raisa, la enfermera que le ayuda a atender y a hacer las curas a los pacientes. Pero Tarik, además de médico, también es poeta y tiene algunas obras publicadas. Llega una Periodista interesada por la doble condición de Tarik (médico y poeta). Mientras la entrevista, Tarik atiende a los niños heridos que acuden al hospital. Pero en plena entrevista la aviación bombardea el hospital y Tarik muere.

   El segundo acto tiene lugar en Lesbos: un Voluntario de una ONG otea el mar con sus prismáticos esperando ver alguna embarcación con refugiados dirigiéndose a la isla. Porque a pesar del pacto que la Unión Europea tiene con Turquía para que este país frene la llegada de inmigrantes, siguen llegando algunos. La Periodista está con él. Tarik, aunque muerto, también está presente en escena pero sólo lo ve y lo oye el espectador. Llega una embarcación que trae a los únicos supervivientes de una barca de refugiados que intentaba llegar a Lesbos. Esos dos únicos supervivientes son Raisa, le enfermera del hospital de Alepo, y Hussein, el niño al que estaban haciendo las curas en el momento del bombardeo. El encuentro de la Periodista con ellos es emotivo, en gran parte por la tristeza de saber que Tarik ha muerto. Aparece entonces un soldado, que trunca las esperanzas de Raisa y de Hussein por ser acogidos en Europa y los lleva a un campo de internamiento. Las protestas del Voluntario y de la Periodista son inútiles. Pero Hussein consigue entregarles unos dibujos hechos por niños sirios, para que los repartan entre la gente y así se conciencie de lo que está pasando con siria y los refugiados.

Para obtenerla haced «clic» en el título en azul. También podéis ir a la sección «Textos en Español».  El médico de Alepo

Un merecido premio de Aprendizaje y Servicio

El aprendizaje-servicio (ApS) es una manera de aprender haciendo un servicio a la comunidad. Frente a una necesidad social, los alumnos y alumnas emprenden una acción de servicio a la comunidad que les ayuda a aplicar y consolidar aprendizajes en conocimientos, habilidades, actitudes, competencias, despertando su talento y poniéndolo a trabajar para el bien común.

  El IES Miguel Catalán de Coslada (Madrid) lleva años trabajando con esta metodología, con muy buenos resultados, promoviendo proyectos como:

– un Huerto Intergeneracional  en el que adolescentes y ancianos trabajan codo a codo y acuden conjuntamente a las clases que tienen lugar en el Laboratorio.

-Acciones para fomentar la Donación de Sangre en campañas organizadas por los Hospitales de la zona.

-Un Recetario con recetas de la postguerra y de la guerra civil que los alumnos se encargan de elaborar con entrevistas y encuentros con ancianos de la población.

-etc, etc.

Campaña de donación de sangre. En la imagen, el profesor Juan de Vicente Abad y un alumno del IES Miguel Catalán

Campaña de donación de sangre. En la imagen, el profesor Juan de Vicente Abad y un alumno del IES Miguel Catalán

 Si estos proyectos año tras año son un éxito es gracias sobre  todo al equipo docente que hay detrás , entre los que quiero destacar a Juan de Vicente Abad (que este año ha ganado además el Certamen D+I al docente más innovador de España) y a María Jesús Luque, coordinadora de muchas de estas actividades , que como tal ha recibido el premio de ApS – también de ámbito estatal-  que este año ha ganado  el IES Miguel Catalán y que convocan la Red Española de Aprendizaje -Servicio, Fundación Educo y la Editorial Edebé.

Actores y bailarinas de El Sueño de Tagore. Con ellos, la profesora María Jesús Luque. Foto:  Vicente López Tofiño.

Actores y bailarinas de El Sueño de Tagore. Con ellos, la profesora María Jesús Luque. Foto: Vicente López Tofiño.

Yo llevo varios años colaborando con la profesora, actriz y directora teatral María Jesús Luque en el IES Miguel Catalán en este tipo de actividades, a través de  las Jornadas Solidarias que  cada curso dedica el Centro a un país desfavorecido o con dificultades de desarrollo. Estas jornadas duran una semana y en ellas se organizan conferencias, charlas, exposiciones y talleres. Mi  aportación a ellas consiste en escribir una obra teatral que trate algún tema de interés relacionado con el país al que ese año se dedican las Jornadas Solidarias, obra que después María Jesús Luque pondrá en escena con alumnos. De  ese modo escribí , a partir de poemas de Rabindranath Tagore, un texto sobre la división social por castas que aún pervive  en la India y que titulé «El sueño de Tagore». Más tarde escribí  un texto que contaba la represión  de los Jemeres Rojos de Pol Pot en Camboya, que titulé «La maestra de Phnom Penh». Y este año participaré de nuevo en las Jornadas Solidarias con un texto sobre Siria y el problema de los refugiados, del que ya hablaré más adelante, con motivo de su estreno.

Participo en estos proyectos  porque creo en el  Teatro como herramienta de concienciación social, porque creo en el Teatro como herramienta de socialización y como herramienta educativa, que  hasta ahora se me ha demostrado muy efectiva.

Momento de la representación de La maestra de Phnom Penh, con María Jesús Luque en escena.

Momento de la representación de La maestra de Phnom Penh, con María Jesús Luque en escena.

    Hay un déficit de Teatro en los Centros de Enseñanza. Es cierto que a menudo el primer contacto de los jóvenes con el Teatro tiene lugar gracias a los profesores que les llevan a ver una obra, sí, pero también es cierto que lamentablemente muchos de estos alumnos no volverán a ir a un teatro tras su época escolar. Quizá debería introducirse como herramienta instrumental, fomentar el aprendizaje de la declamación, del debate… de la oralidad, en definitiva.  Hay mucho por hacer en este país al respecto , y es una pena, porque tenemos una gran tradición teatral . Y mientras Inglaterra -por ejemplo-, que también tiene una gran tradición teatral, ha sabido hacer que su jóvenes se interesen por el Teatro, nosotros nos hemos quedado a mitad de camino. Salvo excepciones, como la que representa la labor de María Jesús Luque en el IES Miguel  Catalán de Coslada.

   Por  eso me gusta participar  en sus propuestas. Porque como dice parafraseando a Baltasar Gracián, «De nada sirve que el entendimiento se adelante si el corazón se queda atrás.»

Felicidades a María Jesús y al  IES Miguel Catalán por este merecido Premio de ApS.

P.I.G.S. sigue en Málaga

«En nuestra literatura, todo lo que no es folclore es pedantería»

(Juan de Mairena.  Antonio Machado)

 

Las compañías Trenéticos y Teatro Inflamable están empeñadas en seguir representando P.I.G.S. a lo largo y ancho de Málaga, bajo la atenta dirección de Juan Luque. Han pasado ya por Pizarra, Álora, Campillos -donde ganaron un certamen teatral-,  Estepona, Monda y también por dos salas de Málaga capital (Urte Teatro y La Cochera Cabaret). En total, 16 funciones, que ya es una cantidad respetable  a la que muchos espectáculos llamados «profesionales»  no han podido llegar.

Escena de P.I.G.S

Escena de P.I.G.S

               Viéndoles actuar en Monda, con una entrega que me sorprendió gratamente, pensé que sin el entusiasmo y la dedicación de compañías como Trenéticos y Teatro Inflamable, y sin el trabajo de directores tan comprometidos como Juan Luque, el Teatro sólo se quedaría en las grandes ciudades o, a lo sumo, en las capitales de provincia. Hablo de lo que muchos llaman «Teatro con mayúsculas», que para mí tiene más que ver  con un alto caché, actores famosos gracias a la televisión  y gente con prejuicios que piensa que llevar la obra en la que están implicados a un pueblo pequeño sería manchar el currículum por aquello de «dar manjares a los cerdos».  Hablo de esos teatreros que de puertas para fuera van de progres pero que en realidad son elitistas en lo  artístico y en lo intelectual -si es que puede hablarse de ambos conceptos por separado-.

Monda (Málaga)

Monda (Málaga)

     El público de un pueblecito como Monda nunca será el mismo que el de  una sala alternativa de Madrid, Barcelona, Sevilla o Bilbao. Pero es que tampoco tiene por qué serlo. En un pueblecito como Monda un espectáculo teatral es todo un acontecimiento y van a verlo desde los niños a los abuelos. Y es bonito ver cómo ese montaje que quizá hubiese pasado desapercibido  en la cartelera de una gran ciudad, aquí se convierte en un acto relevante que aglutina y convoca a los vecinos del lugar.

    Lo que vi en Monda me hizo recordar «El Teatro del Pueblo» -que dirigió Alejandro Casona durante cinco años, dentro de las Misiones Pedagógicas fundadas por Manuel Bartolomé Cossío – y «La Barraca» de García Lorca, compañías que recorrían el mapa rural de la península  «llevando los gozos del arte a los más apartados  rincones campesinos», según escribió el mismo Casona. Y añade: «El teatro estudiantil  de las Misiones era una farándula ambulante, sobria de decorados y ropajes, saludable de aire libre, primitiva y jovial de repertorio. Formado por estudiantes y consagrado a auditorios sin letras, no podía ser de otra manera. Si alguna obra bella puedo enorgullecerme de haber hecho en mi vida, fue aquella; si algo serio he aprendido sobre el pueblo y teatro, fue allí donde lo aprendí. Allí comprobé una vez más que los grandes autores cómicos universales pueden divertir  noblemente a un auditorio rural, y acaso más profundamente que a un público cultivado. Lo que en este es previa disposición sumisa al prestigio de un nombre, es en aquel espontánea adhesión al tema fértil, a la expresión jocunda, a esa mezcla de honradez esencial  y sabrosa malicia que le es tan familiar. Al revés de lo que ocurre en las salas urbanas, la obra vive con total independencia del autor y con vida más fuerte que la suya.  No hacíamos más que devolver al pueblo lo que es del pueblo, o por derecho de invención o por colonización tradicional. » (Prólogo de Retablo Jovial).

Una representación de "Teatro del Pueblo"

Una representación de «Teatro del Pueblo»

   Pero hoy el día el público de un pueblo, por pequeño que sea, ya no es el mismo que en los años 30. No.  Ahora existe la televisión, el dvd, internet…   Los espectadores ya están entrenados en la narrativa audiovisual más exigente. Y eso lo saben todos estos actores que, a pesar de que no se ganan la vida con el teatro porque tienen otros oficios y sólo hacen esto por diversión -lo cual me parece muy loable-, intentan dar lo mejor de ellos mismos en escena. Porque piensan que cualquier público, sea el de una sala alternativa de renombre o el de  un pueblo pequeño, se merece recibir la mejor versión de su trabajo. Y eso es muy loable, porque entre otras cosas mantiene vivo el tejido cultural de nuestro país  y mantiene vivo el sentido festivo y lúdico que debe tener el Teatro.

Gracias, Trenéticos. Gracias, Teatro Inflamable. Y gracias, Juan Luque.