Si recordáis, el pasado mes de mayo la Compañía griega Acinaikí Mizopiía estrenó mi obra RUTAS DE ALTO RIESGO en la Sala 104 de Atenas.
Pues bien: La Compañía viene Barcelona para representar RUTAS DE ALTO RIESGO el sábado 5 de octubre y el domingo 6 de octubre en la Nau Ivanow de Barcelona (C/ Honduras, 28. Metro Sagrera), que aquí se llamará LA FINESTRA (La Ventana). Así que tendremos otra vez la ocasión de disfrutar de la interpretación de Soí Ksanzopulu bajo la dirección de Milajis Palilis. Soí interpretará el papel de Berta en griego, y habrá un panel con sobretítulos en catalán.
Tengo curiosidad por ver qué adaptación hace el director para estas funciones en Barcelona, y qué recursos utilizará para intentar paliar el hecho de tener que asistir a un monólogo subitulado. Si logró sorprenderme gratamente con su perspectiva personal de la obra en su puesta de escena, estoy convencido de que en estas circunstacias volverá a hacerlo.
Por otro lado, justo en estos días se está hablando en los medios de comunicación del concepto «infoxicación», que surge de la fusión de los términos «información» e «intoxicación». Sugiere que el alud de noticias y de información que recibimos es tan grande que puede llegar a producirnos ansiedad a la hora de procesar todos esos datos. Y que, lejos de provocar en nosotros empatía y solidaridad con los que sufren, esa intoxicación informativa nos produce algo que ya pronosticó en su momento Susan Sontag: indiferencia y, en el peor de los casos, morbo.
Es ese morbo el que permite que la Berta de RUTAS DE ALTO RIESGO encuentre un trabajo como guía turística de gente pudiente que quiere visitar países en guerra. Sí, parece que ese sector turístico, definido por algunos como «Turismo de Guerra», está en auge. De hecho, cuando en mayo fui a Atenas a asistir al estreno de la obra leí un artículo en el que un europeo con recursos se confesaba forofo de este tipo de turismo, y proclamaba sin ningún rubor que su próximo objetivo era ver y fotografiar el congelador en el que se había guardado temporalmente el cadáver de Gadafi tras su muerte a manos de los rebeldes libios
Y en estos días la prensa se hace eco de un camionero japonés que, harto de la monotonía, ha decidido sumarse al Turismo de Guerra y se ha ido a Siria, donde no sólo fotografía cadáveres y cuerpos mutilados, sino que además se fotografía a sí mismo disparando contra gente de alguno de los bandos que luchan a muerte entre sí (da igual cuál, la cuestión es disparar y sentir el subidón de adrenalina).
En Grecia ya han empezado también a montar tours para ver los efectos de la crisis en la población, en el paisaje urbano, en las infraestructuras… En el Norte de la Unión Europea, donde muchos piensan que aquí nos morimos de hambre y vivimos en el calle a causa de la crisis… ¿acabarán organizando también tours turísticos para venir a ver esos desastres?
De momento, habrá que ir a la Nau Ivanow para ver cómo Berta intenta bregar con gente tan indiferente y morbosa sin perder su integridad y su humanidad.
Esto es lo que ha dicho la crítica del montaje:
https://es.teatrebarcelona.com/recomendacion/la-finestra-ivan-f-mula-5621