Hoy he ido a dar una charla a los alumnos de Primero de ESO del IES RAMON MUNTANER DE FIGUERES, que han leído mi obra EL CHIP EXPERIMENTAL. Es emocionante ver a chicos y chicas de 13 años entusiasmados por la lectura de un libro del que tú eres autor, y más cuando ese libro es un texto teatral, puesto que leer teatro supone descifrar unos códigos que no posee la narrativa, por ejemplo (didascalias, acotaciones, unidad de tiempo y lugar, entradas y salidas de personajes a escena…).
Les he hablado de cómo descubrí mi vocación por la escritura: primero extendiéndome más de lo necesario en las redacciones que nos pedía el profesor de Lengua cuando tenía su edad, después escribiendo un diario durante 3 años, en el que plasmaba mis sentimientos, pensamientos y emociones más íntimas ante el mundo que se abría a mi alrededor cuando era un adolescente, para terminar escribiendo ficción, que también es una forma de hablar de uno mismo pero escondiéndose detrás de personajes e historias, como cuando tienes un problema y necesitas consejos y vas a pedirlo como si fuera un amigo y no tú quien tuviese el problema («tengo un amigo que tiene tal problema y me iría bien poderle dar un consejo sobre esto, ¿tú qué le dirías?»… o algo así).
También nos hemos preguntado si alguien de trece años puede tener ya algo que decir por escrito sobre la vida a esa edad y nos hemos acordado de Ana Frank. Hemos leído lo que escribió en su diario el sábado 20 de junio de 1942: ella pensaba que lo que pudiera escribir no interesaría a nadie en el futuro. ¡Si hubiera llegado a saber que lo leerían millones de personas, no se lo habría creído!
Finalmente hemos leído un relato de dos páginas de una muchacha de Primero de ESO de un instituto de Elche. Un relato que fue galardonado en el certamen Los mejores relatos breves juveniles de la provincia de Alicante, en su edición de 2012. Este relato ha sido publicado junto con otros 99 escritos por alumnos de ESO de la provincia de Alicante, en una maravillosa iniciativa llevada a cabo por la Editorial Club Universitario con el apoyo de la Asociación Provincial de Libreros y Papeleros de Alicante.
Y así, con Ana Frank, con una alumna de trece años de Elche y con los personajes que cobran vida en El Chip Experimental, hemos pasado un buen rato hablando de qué le lleva a uno a escribir y de cómo se gestan las historias en la cabeza del que escribe, tenga la edad que tenga. Porque en mi opinión, lo que define a alguien como escritor es su necesidad íntima e ineludible de expresarse a través de la escritura.
Gracias por el rato tan agradable que me habéis hecho pasar, chicos. Y gracias también a vuestros profesores y profesoras.