Me dicen en Anaya que El chip experimental ya va por su quinta impresión. Teniendo en cuenta que cada impresión son 1.000 ejemplares, al parecer es una obra que gusta.
Sabía que hay tres institutos de enseñanza pública que programan El chip experimental como lectura obligatoria en Primero de ESO, el IES Las Musas de Madrid, el IES Miguel Catalán y el IES María Moliner, estos dos últimos en Coslada. Y ahora he sabido que al menos otro en Extremadura y otro en Canarias también lo han programado.
A mí el teatro infantil y juvenil me merece mucho respeto. Genera mucha actividad en las salas de nuestro país y permite salir adelante a muchas compañías y teatros que si se dedicaran sólo al teatro para adultos, no lo conseguirían. Pero al margen de esto, es obvio que el teatro infantil y juvenil es un caldo de cultivo para crear futuros espectadores y futuros profesionales del sector. Y eso en gran parte se lo debemos a los docentes, maestros y profesores de la enseñanza obligatoria y del bachillerato, que apuestan porque el teatro esté contemplado en la formación de sus alumnos. Muchos de estos alumnos, cuando ya han perdido de vista a esos profesores tras haber finalizado sus estudios, reconocen que si no hubiera sido por ellos no habrían pisado un teatro. Así que para ellos mi agradecimiento por contar con EL CHIP EXPERIMENTAL en sus programaciones, y aprovecho para comunicar a todos aquellos Centros de la Comunidad de Madrid que lo pongan como lectura a sus alumnos, que me ofrezco a ir a darles una charla para poder intercambiar impresiones.