En todos nosotros hay algo (o mucho) de ese Sancho que emprendió el viaje con don Quijote: esa pequeña sabiduría que nos va dando nuestra experiencia personal, ese no querer exponernos demasiado a los peligros del mundo por miedo a perder lo poco que tenemos, ese soñar con nuestra particular ínsula Barataria, llámese ascenso a un puesto directivo, primer premio de la lotería, herencia millonaria…, ese poner como excusa la salvaguarda de nuestro pequeño mundo (familia, trabajo, casa, deudas) para eludir riesgos que consideramos innecesarios…
Pero he aquí que don Quijote le propone a Sancho hacer cuanto esté en su mano para reparar las injusticias y los agravios de este mundo. Y las aventuras que correrá con más o menos fortuna con su señor, no le dejarán indiferente y propiciarán en él una transformación interior.
Si estuviéramos en el lugar de Sancho Panza, ¿podríamos volver a nuestra antigua vida, después de la experiencias y aventuras compartidas con don Quijote? ¿Cómo sobrellevaríamos el vacío que deja la ausencia del amigo? ¿Podríamos permanecer indiferentes a esas injusticias y agravios que intentamos reparar en su compañía?¿Serían esas injusticias del Siglo XVI muy distintas a las que existen en nuestro Siglo XXI? Este es el viaje que le propongo al espectador en mi obra LA ÚLTIMA SALIDA DE SANCHO PANZA, acompañar a un Sancho Panza que intenta seguir con su vida tras la muerte de don Quijote, en sus dudas, sus sueños, sus esperanzas y sus frustraciones.
Este proyecto empezó a gestarse a principios de 2016: aprovechando la conmemoración del IV Centenario de la muerte de Cervantes, yo quería escribir algo relacionado con El Quijote, aunque no sabía exactamente qué. Sin embargo, ya me había preparado para ello: había resumido el libro por capítulos, y los había clasificado por temas, para que me fuera fácil recurrir al material y organizarlo cuando tuviera claro qué hacer con él. Y fue justo al terminar esta tarea, cuando el actor y director malagueño Jesús Luque me hizo una propuesta muy tentadora: escribir un monólogo de Sancho Panza. Y como entre él y yo se ha establecido una buena sintonía y un buen entendimiento a raíz de la puesta en escena de otras dos obras mías que ha dirigido en Málaga, ¡Tengo trabajo! y P.I.G.S., no lo dudé ni un momento y me puse a ello.
El resultado es una dramaturgia de fragmentos de distintos capítulos del Quijote, en los que pongo en boca de Sancho no sólo sus propias palabras, sino también las de Don Quijote, el Duque, la Duquesa y Teresa Panza. Este es el argumento:
Tras la muerte de Don Quijote, Sancho Panza ha intentado volver a su antigua vida de labriego pero no ha podido. Pesa demasiado en su ánimo el recuerdo de las aventuras que vivió con su señor y siente que de alguna manera le está fallando por no seguir con el cometido de satisfacer agravios, enderezar entuertos, castigar insolencias y vencer gigantes. Y más en los tiempos presentes, en los que sigue habiendo tantas o incluso más injusticias que antes. Sancho además se ve capaz de intentar ser de nuevo gobernador de una ínsula porque, en vistas de cómo gobiernan actualmente los políticos, piensa que él no lo hizo tan mal.
Así pues, alternando fragmentos adaptados de la novela con un lenguaje más contemporáneo, situado en un mundo rural en el que tecnología empieza a invadirlo todo, Sancho ensaya ante una silla cómo decirle por enésima vez a Teresa Panza, su esposa, que esta vez sí se irá y no podrá retenerle.
Jesús Luque estrena LA ÚLTIMA SALIDA DE SANCHO PANZA el próximo 3 de febrero en el centro cultural Padre Manuel de Estepona, bajo la dirección de «Andreu», director de escena con más de 30 espectáculos a sus espaldas, y uno de los fundadores de la compañía malagueña InduoTeatro, que lleva ya casi 10 años de vida. Para ellos, mi agradecimiento por querer llevar adelante este proyecto.